GENERALIDADES
El área especial Sinú-San Jacinto-Valle Inferior del Magdalena comprende parte de tres provincias tectónicas identificadas de este a oeste como la Cuenca del Valle Inferior del Magdalena, Cinturón Plegado de San Jacinto y Cinturón Plegado del Sinú cubriendo un área aproximada de 46 300 km2. Tectónicamente estas provincias presentan una historia geológica y un estilo estructural muy diferentes. El Valle Inferior del Magdalena es una cuenca con tectónica distensiva producto de transtensión, los plays identificados corresponden a pliegues compresivos, truncamientos del reservorio por fallas, sobrelape del reservorio contra el basamento y altos de basamento; el Cinturón Plegado de San Jacinto es caracterizado por tectónica transpresiva que genera fallas inversas de escama gruesa, los plays identificados corresponden con pliegues compresivos, truncamientos de los reservorios por fallas y localmente rellenos de canales en valles de incisión; y por último, el Cinturón Plegado del Sinú es producto de procesos estructurales y tectónicos no muy claros; el cual ha sido afectado por intenso diapirismo de lodo. Los plays identificados corresponden a pliegues asociados a etapas tempranas de formación de diapiros de lodo que no rompen completamente la secuencia, truncamientos de los reservorios contra los diapiros y discordancias sindeposicionales.
GEOLOGÍA DEL PETRÓLEO
Evidencia de Hidrocarburos
En el Área Sinú-San Jacinto-Valle Inferior del Magdalena las evidencias de hidrocarburos son muchas, en especial en las zonas de los cinturones plegados del Sinú y San Jacinto, en donde han sido reportados más de cien rezumaderos de gas y aceite.
Roca Generadora
En el Valle Inferior del Magdalena, la Formación Ciénaga de Oro presenta intercalaciones de lutitas de origen fluvial a transicional marino que actúan como rocas fuente, de acuerdo con los datos geoquímicos disponibles. En los cinturones plegados del Sinú y San Jacinto, existen secuencias gruesas de lutitas marinas terciarias de las formaciones Maralú, Chengue y Carmen, que pueden actuar de acuerdo con los datos geoquímicos como rocas generadoras, y sellos para los reservorios y sus acumulaciones. Infrayaciendo toda la secuencia, se encuentra la Formación Cansona de edad Cretácica tardía, compuesta principalmente por lutitas marinas, la cual también es una potencial roca generadora (Figura 2).
Migración
En la Cuenca Sinú-San Jacinto la migración de hidrocarburos a lo largo de fracturas está documentada por los abundantes rezumaderos de petróleo y gas. Para el Valle Inferior del Magdalena, puntos de roca fuente activos en fase de generación/expulsión están presentes en un área extensiva en la llamada subcuenca Plato; entre los pozos Guamito-1 al noreste y Pijiño-1 al sur. La gravedad API para crudo generado en la cuenca varía entre 30° a 52°. El contenido de sulfuro es muy bajo; mientras la concentración de parafina es relativamente alta. Varios parámetros geoquímicos indican que la mayoría del petróleo se ha generado en un ambiente siliciclástico proximal relativamente dióxico. Cuatro diferentes patrones de migración han sido propuestos: 1) Área Cicuco-Boquete. 2) Área Momposina. 3) Área Guepaje y 4) Región Apure. Mucha de la migración ha ocurrido a lo largo de la red de fracturas y los planos de falla.
Roca Reservorio
Las rocas reservorio en el Valle Inferior del Magdalena, son una secuencia espesa de areniscas de origen fluvial a deltaico de la Formación Ciénaga de Oro. En el Cinturón Plegado de San Jacinto, las principales rocas reservorio son las areniscas cenozoicas de origen marino-deltaico de las formaciones San Jacinto, Maco y San Cayetano. Localmente, las calizas fracturadas de las formaciones La Risa y Toluviejo pueden ser potenciales reservorios adicionales. En el Cinturón Plegado del Sinú, las principales rocas reservorio son las areniscas cenozoicas de origen marino-deltaico de las formaciones Pajuil, Floresanto, Pavo y Maco. Localmente, las calizas fracturadas de la Formación La Risa pueden ser potenciales reservorios adicionales. Y en la zona costa afuera de la Cuenca de Urabá, el objetivo como reservorio podrían ser calizas coralinas, dadas las condiciones de depósito favorables que se observan en la provincia, una bahía con descargas de agua dulce y moderadas tazas de sedimentación.
Roca Sello
En el Valle Inferior del Magdalena, la Formación Ciénaga de Oro presenta intercalaciones de lutitas de origen fluvial a transicional marino que actúan como sellos locales para las acumulaciones. En el caso de los cinturones plegados del Sinú y San Jacinto, las lutitas marinas cenozoicas de las formaciones Maralú, Chengue y Carmen, pueden actuar como sellos para los reservorios y sus acumulaciones.
Trampas
En el Valle Inferior del Magdalena, las trampas corresponden con pliegues compresivos relacionados con el Sistema de Fallas de Romeral, truncamientos del reservorio por fallas asociadas a eventos compresivos y extensivos en la cuenca, sobrelape del reservorio contra el basamento y altos de basamento en los que se desarrollan facies calcáreas o siliciclásticas gruesas. En el Cinturón Plegado de San Jacinto, las trampas corresponden a pliegues compresivos relacionados con el Sistema de Fallas de Romeral de longitudes que varían entre 2 y 30 km de acuerdo con la cartografía de superficie, truncamientos de los reservorios por fallas asociadas a episodios compresivos en el cinturón plegado y localmente rellenos de canales en valles de incisión. En el Cinturón Plegado del Sinú, las trampas corresponden con pliegues asociados a etapas tempranas de formación de diapiros que no rompen completamente la secuencia. Un aspecto favorable de este tipo de pliegues, es que de acuerdo a la geología de superficie son apretados pero lateralmente extensos, con longitudes entre 5 y 20 km aproximadamente, truncamientos de los reservorios contra los diapiros, y truncamientos por discordancias sindeposicionales causadas por la deformación asociada al desplazamiento vertical de los diapiros de lodo (Figura 3).
PROSPECTIVIDAD
En el área especial Sinú-San Jacinto-Valle Inferior del Magdalena, los datos geoquímicos indican la presencia de rocas con potencial para generar hidrocarburos depositadas durante el Cretácico superior al Oligoceno, las cuales han generado de manera activa hidrocarburos, como lo evidencian los campos de gas y condensado en el Valle Inferior del Magdalena y la abundante presencia de rezumaderos en los cinturones plegados del Sinú y San Jacinto. Es clara la presencia de múltiples niveles de areniscas y conglomerados con buenas características como reservorio depositados durante el Paleoceno tardío al Mioceno medio. De igual manera, existen geometrías favorables para la acumulación de hidrocarburos que incluyen, entre otros, pliegues por fallamiento inverso, pliegues por diapirismo de lodo, truncamientos por fallas normales contra basamento, truncamientos y discordancias sindeposicionales en los flancos de diapiros de lodo, y depósitos calcáreos y clásticos en altos de basamento que hasta el momento constituyen el play más exitoso y explorado.
Existe una oportunidad exploratoria adicional en el Valle Inferior del Magdalena, relacionada con la presencia de carbones en la Formación Ciénaga de Oro, y la posibilidad de gas metano asociado a los mismos.
SÍSMICA REPRESENTATIVA
En esta cuenca, los programas sísmicos más representativos son: ANH-SS-2005, ANH-TR-4ª, CA-1990, BC-1972, BC-1975, SJ-1970, ANH-SS-08, ANH-SSS-08, entre otros (Figura 4, Figura 5 y Figura 6).
GEOQUÍMICA
En la Cuenca Sinú-San Jacinto predominan aceites livianos, con gravedades API superiores a 40º. Se ha encontrado aceite en reservorios cenozoicos, en los campos Floresanto y Perdices. Los aceites de esta cuenca, aunque no han sido encontrados en cantidades comerciales, son de excelente calidad y no han sido afectados por biodegradación (Figura 7).
NOTA
A la fecha la ANH finalizó la adquisición de 265 km de sísmica 2D mediante el programa Sinú-San Jacinto 08.